CUÉNTAME OTRO CUENTO | Pinocho

¡Hi darlings! Hace casi un mes se me ocurrió empezar esta nueva sección en la que os contaría las verdaderas historias de los populares cuentos que Disney llevó al cine y con los que la mayoría de nosotros hemos crecido. Comencé hablándoos de La Sirenita y como veo que la sección tuvo buena acogida y me dijisteis que os gustaría que continuara, aquí vengo a dejaros un nuevo cuento.

En esta nueva entrega me gustaría hablaros de la verdadera historia de Pinocho, que si bien nunca ha sido de mis películas favoritas, me impactó tanto enterarme de su verdadera historia que quería que sufriérais el trauma conmigo (sí, así de simpática soy). Recordad que la entrada estará llena de spoilers de las "historias originales" por lo que si tenéis intención de leerlas o algo tened cuidado que aquí os las destripo enteras.

¿Qué nos cuenta Walt Disney?

Geppetto era un pobre carpintero que vivía con su gatito Fígaro y su pececita Chloe, hasta que un buen día crea un títere al que llama Pinocho y esa misma noche le pide a la estrella azul que lo convierta en un niño de verdad. Como todos sabemos, las estrellas siempre cumplen nuestros deseos, por lo que esta manda a un hada AKA la hermana gemela de Cenicienta para que haga que Pinocho cobre vida. Una vez lo hace, el hada le explica que para conseguir ser un niño de verdad tiene que portarse bien, hacer feliz a su padre y seguir siempre la voz de la conciencia. ¿Y quién es la voz de la conciencia para un niño de madera con serrín en la cabeza? Exacto, Pepito Grillo será el encargado de hacerle ver lo que está bien y lo que está mal.

Repuesto del susto inicial de que tu muñeco hable y ande (algo bastante creepy, si nos paramos a pensarlo) Geppetto manda a Pinocho a la escuela para que sea un niño de provecho. Pero Pinocho comienza su andadura como niño un poco bastante mal al encontrarse en su camino a la escuela con un par de pillos, un zorro y un gato, que se aprovechan de la inocencia de Pinocho para llevarlo a un teatro de títeres donde el muñeco pueda convertirse en un actor famoso. Tras pasar de Pepito cuando intenta convecerle de que no vaya, termina siendo el principal reclamo de la función y el dueño del teatro lo secuestra para explotarlo. Y es que como todo el mundo sabe, menos Pinocho, la fama no es tan bonita como la pintan. Pero su super conciencia pepitera intenta salvarle, aunque finalmente es super hada azul la que le rescata y le muestra que la mentira no es buena y que cada vez que mienta le crecerá la nariz. De camino a su casa, vuelve a encontrarse con el zorro y el gato y le vuelven a liar, esta vez para que vaya a la Isla de los juguetes. Hasta aquí hemos podido comprobar que Pinocho es muy influenciable y que Pepito Grillo deja mucho que desear como guía, porque con un día de vida el títere se ha metido en más problemas que yo en mis veinticinco años..., aunque lo de la Isla de los Juguetes se lo perdono porque ¿quién no querría ir a  una especie de Disneyland?

Bueno, la cosa es que llega allí y se lo pasa de fábula. Al menos hasta que se da cuenta que poco a poco se está convirtiendo en un burro, literalmente hablando. Y con cola y orejas de burro huye de la isla, consiguen llegar a casa y se encuentran con que su padre se ha marchado por mar a buscarle y se lo ha tragado una ballena, pero OJO sigue vivo dentro de ella. Todo muy normal, vamos. Así que nuestro cabeza hueca favorito pone rumbo a las profundidades marinas con la intención de rescatar a su padre, ¿lo consigue? Pues para sorpresa de todos, por fin Pinocho logra hacer algo de provecho con su vida y salva a su padre, lo cual le vale que el hada lo convierta en un niño de verdad.

Moraleja: nunca te busques un grillo como conciencia, se dan muchos aires pero, por más que silvas, la ayuda nunca llega.

¿Cuál es la verdadera historia?

El cuento original es del autor italiano Carlo Collodi quien lo publicó por entregas en un periódico entre 1882 y 1883, con los títulos de 'Storia di un Burattino' ('Historia de un títere') y 'Le avventure di Pinocchio' ('Las aventuras de Pinocho'). Originariamente no fue escrito para un público infantil ya que la historia era un tanto cruel y Pinocho un niño bastante malvado. El cuento consta de 36 capítulos, aunque en un principio Collodi lo quería dejar solo en 15 dándole un trágico final al peculiar títere, pero su editor le instó a que reescribiera el final e hiciera más capítulos. Y al final la historia quedó así:

Un buen día un leñador encontró un pedazo de madera encantado que hablaba a voluntad, como estaba asustadísimo de la muerte con el hallazgo y quería deshacerse de él decidió dárselo a un buen amigo suyo para que tallara un títere con el que hacer funciones y ganarse la vida. Y así Geppetto creó a Pinocho. Pero no os vayáis a creer que este Pinocho era tan dulce e inocente como el de Disney, este era un pilluelo que nada más aprender a andar manda a su padre a la cárcel y después, tras conocer a Pepito Grillo, (que en esta versión era grillo a secas) lo mata aplastándolo contra una pared con un mazo cuando el pobre animal intentaba darle lecciones de moralidad. Como dice el dicho: "Cría cuervos y te sacarán los ojos."

Pero bueno, la cosa es que al final el pobre Geppetto sale de la cárcel, vende su abrigo y le compra a Pinocho los utensilios necesarios para que empiece a ir a clase. Como a Pinocho eso de estudiar tampoco es que le emocione, el primer día de escuela vende su cartilla para poder ir a ver un teatro de títeres. Allí tras conocer a sus hermanos, casi morir quemado y conseguir que el dueño del teatro se apiade de él, se larga con cinco monedas de oro para que su padre se compre un abrigo nuevo. ¿Y qué pensáis que pasó con el dinero? Pues que se cruzaron en el camino de Pinocho un par de liantes, un gato y una zorra, que le prometieron que si plantaba las monedas al día siguiente tendría un árbol cuyos frutos serían monedas de oro. Y por más que el espíritu del grillo le aconseja que se vaya a casa porque le están timando, él sigue erre que erre. El gato y la zorra de camino al Campo de los milagros que es donde iban a plantar las monedas, le intentan robar el dinero a Pinocho y este se lo mete en la boca para protegerlo. Solo diré... puaj. La cosa que después de un forcejeo, de intentar huir y no poder, los dos animalitos cogen a Pinocho y como este no quiere abrir la boca se les ocurre ahorcarlo de un árbol donde el títere termina muriendo. Fin.

O bueno ese debería ser el fin porque el autor lo había concebido así, pero como os adelanté antes su editor le hizo resucitar a Pinocho y hacerle vivir unas cuantas aventuras más. El hada azul le salva y a partir de ahí Pinocho entrará en un bucle de entrar y salir de la cárcel, de ser engañado, utilizado por otros, se va al famoso País de los Juguetes, se transforma en burro y es vendido, acaba siendo devorado por un pez... Vamos, toda una odisea que termina con Pinocho convertido en un niño de verdad. Y ahora sí: Fin.

Moraleja: nunca te fabriques un hijo a partir de un trozo de madera, sólo te dará problemas.

Y hasta aquí esta segunda entrada de Cuéntame otro cuento. ¿Qué os parece la sección? ¿Os ha gustado? ¿Conocíais la historia de Pinocho? ¿Os habéis traumado de por vida? Yo sí. ¡Contadme lo que queráis en los comentarios!