¡Hello darlings! ¿Cómo está yendo la semana? Espero que muy productiva en todos los aspectos, yo últimamente no me puedo quejar porque en cuanto a lecturas llevo un ritmo bastante bueno. La reseña de hoy es de un libro que terminé hace un par de días y me gustó muchísimo, una novela que nos habla de la apariencias y de como estás a veces nos engañan.
Antes de partir
de Jessica Warman
Plaza&Janés ~ 344 págs.
Tapa blanda con solapas
9788401352737 ~ 16, 90€
Aquella noche durmieron
seis personas en el barco.
Por la mañana solo quedaban cinco.
seis personas en el barco.
Por la mañana solo quedaban cinco.
Elizabeth Valchar celebra los dieciocho años con sus cinco mejores amigos en el barco de sus padres, y se quedan a dormir.
De madrugada, un ruido constante la despierta. Es un golpeo de algo vivo contra el barco, un pez grande quizá atrapado entre el muelle y la popa... Hace frío en la cubierta y Elizabeth se agarra con fuerza a la barandilla. Al llegar al punto de donde procede el sonido, mira hacia abajo y ve a una chica como ella, empapada, anegada, boca abajo.
Estar muerto ya es suficientemente malo,
pero no recordar nada de lo que te pasó
y que los principales culpables sean tus mejores amigos...
eso es, sin duda, una pesadilla.
Cuando dejo de mirarlo y vuelvo la vista a mis amigos y mi familia, se me ocurre de pronto que mi muerte no ha sido pacífica. Aquí estoy. Sigo en la tierra, con Alex, observando y esperando, pero ¿a qué? ¿Por qué seguimos aquí? ¿Qué se supone que estamos haciendo? Encajando las piezas, según dice Alex, pero ¿de qué rompecabezas? De nuevo, trato de convencerme de que ninguno de mis amigos me habría hecho daño. ¿Qué motivos podrían haber tenido?
Intento tragar saliva. Me sabe a agua salada. Como si aún estuviera en el barco, la sala parece balancearse suavemente de un lado a otro. De pronto, me cuesta respirar.
Intento tragar saliva. Me sabe a agua salada. Como si aún estuviera en el barco, la sala parece balancearse suavemente de un lado a otro. De pronto, me cuesta respirar.
Antes de partir es el tipo de novela que a mi me suele encantar: realista, con algunos momentos duros y también otros más tiernos. Con dosis de misterio, una bonita historia de amor y unos personajes muy humanos que si bien al principio nos pueden parecer algo odiosos luego se les coge cariño. Un libro no exento de moraleja que nos ofrece más de lo que a simple vista parece. Para que os hagáis una idea de lo que os vais a encontrar os diré que si tuviera que compararla con algo, sería una mezcla de 'Si no despierto' de Lauren Oliver y 'Tú y yo: una historia catastrófica' de Jess Rothenberg; dos novelas que, por cierto, me encantaron. Creo que si habéis leído cualquiera de las dos y os gustó, esta también lo hará.
Desde el primer momento Jessica Warman nos mete de lleno en la acción, empezando el libro con una Liz que, tras una noche celebrando su dieciocho cumpleaños, acaba de descubrir un cadáver. Un cadáver que resulta ser el suyo, pese a que no recuerda haber muerto. Por lo tanto estamos ante una protagonista fantasma que poco a poco tendrá que juntar las piezas del puzzle de su muerte. Liz ha olvidado la mayoría de las cosas que hizo y vivió antes de morir, recuerda cosas generales como quienes son sus amigos, su familia, el colegio al que iba, que acudió a una fiesta hace unas semanas... pero no consigue recordar algunas cosas en particular. Por ejemplo, es capaz de recordar que fue a una fiesta y se lo pasó de maravilla, pero no es capaz de revivir ningún momento en concreto; sabría que iba guapísima pero no sería capaz de recordar la ropa exacta que llevaba. Por lo que poco a poco, con la ayuda de Alex, otro fantasma, viajará por sus recuerdos y empezará a esclarecer lo que ocurrió los meses previos a su muerte para conseguir saber qué pasó esa noche. ¿De verdad se cayó accidentalemente por la borda? ¿Alguien se coló en el barco y la mató? ¿Alguno de sus amigos la traicionó? Me ha gustado la forma en la que la autora plantea la novela ya que el lector va sabiendo las cosas a la par que la protagonista, vas viendo como avanza la investigación y la vida de las personas cercanas a Liz, a la par que retrocedemos en el tiempo mediante los recuerdos de la protagonista, tanto para intentar adivinar lo que pasó como para conocerla más a fondo.
Solo quiero que vivan su vida; que sigan adelante sabiendo que cada instante es valioso, que cada día es un regalo; que vean la vida como lo que es: una serie de infinitas posibilidades, no solo de grandes penas sino también de grandes alegrías.
La autora ha hecho un gran trabajo con todo el asunto del misterio porque al descubrir las cosas tan de a poco mantiene al lector intrigado en todo momento haciendo que se plantee sus propias teorías. No me ha parecido para nada previsible aunque según se va acercando la resolución sí que puedes ir intuyendo por donde van los tiros pero aún así me ha sorprendido en varios aspectos. Una de las cosas que más me gustó es que pese a que parece que la novela va a girar solo en torno al supuesto asesinato, también se tratan temas muy interesantes que, cómo no, cuentan con su correspondiente moraleja. Es una novela que nos insta a no juzgar a las personas por sus apariencias pero que también nos muestra las consecuencias de nuestros actos. En ocasiones nos negamos la verdad, somos nosotros mismos los que nos ponemos un tupido velo ante nuestros ojos. No queremos ver lo malo, nuestros defectos y los malos actos que hemos tenido a lo largo de nuestra vida. Es una novela más compleja de lo que nos puede parecer a simple vista, es más, a mi me sorprendió porque no es para nada lo que pensé en un principio que sería.
No puedo terminar la reseña sin hablar de Liz y Alex, nuestros principales. Reconozco que Liz es una protagonista que se ganará nuestro odio al principio de la novela, por su forma de ser tan pija, superficial, egocéntrica, popular y egoísta. Es una chica que siempre le han dado todo lo que ha querido y está acostumbrada a salirse siempre con la suya, pero os aconsejo que la deis una oportunidad y que rasquéis un poco en la superficie porque es un personaje muy muy complejo. Aunque no me cayó bien al principio, a medida que avanzaba la historia la iba entendiendo más, ella también iba cambiando, dándose cuenta de que su forma de ser y actuar no era la adecuada. Es un personaje que en general me ha gustado mucho, he sufrido bastante con algunas de las cosas que la pasan y al final se ha ganado mi admiración. Pero no puedo hablar de ella, sin hacerlo también de Alex, el otro fantasma que acompañará a Liz en esta aventura, un compañero de clase que murió hace un tiempo y que como ella trata de averiguar quien le mató. Alex está un poco dejado de lado en esta historia, le conocemos pero no tanto como nos gustaría (o me hubiera gustado a mi), es un chico que también tiene que aprender una valiosa lección a lo largo del libro: no te quedes esperando a que la vida pase, vívela. Otra cosa que hizo que este libro me enamorara es que nos encontramos ante dos personajes principales que no son, ni serán, enamorados o familia. Y diréis: ¿pero no dijiste al principio que había una bonita historia de amor? Y la hay, queridos, la hay. Un amor puro de esos que aceptas a la otra persona con sus defectos y virtudes, pero para conocerlo tendréis que leer el libro.
En definitiva, Antes de partir es una novela con una historia bastante dura que nos demuestra que toda acción tiene su consecuencia y que a veces las apariencias engañan. Un misterio que resolver y muchos recuerdos que revivir en una historia que pese a tener una protagonista bastante superficial y malcriada a mi me ha impactado y emocionado a partes iguales.


Gracias a Plaza&Janés por el envío del ejemplar.