RESEÑA | 'Me and Earl and the Dying Girl' de Jesse Andrews

¡Hola a todos! No me puedo creer que ya estemos a mitad de agosto, qué rápido pasó el verano, ¿no? Dentro de nada estamos en septiembre, de vuelta a la rutina y casi sin tiempo para leer... Pero bueno, no vamos a deprimirnos antes de tiempo que aún os quedan unas cuantas semanas de disfrute veraniego. Y como el blog este año no se ha tomado vacaciones, aquí vengo a traeros una nueva reseña. ¡Espero que os guste!

Me and Earl and the Dying Girl
de Jesse Andrews

Autoconclusivo ~ Amulet Books
Tapa blanda ~ 295 págs.
9781419705328 ~ 6, 06€
BOOKDEPOSITORY - AMAZON

Greg Gaines es el último maestro del espionaje en el instituto, capaz de desaparecer a voluntad en cualquier entorno social. Solo tiene un amigo, Earl, y juntos pasan el tiempo haciendo películas: sus propias e incomprensibles versiones de los clásicos de Coppola y Herzog. Hasta que la madre de Greg le obliga a reavivar su amistad de la infancia con Rachel.

A Rachel le han diagnosticado leucemia -lo que dará pie a situaciones incómodas- pero sus padres se lo han ordenado y tiene que obedecer. Cuando Rachel detiene el tratamiento, Greg y Earl deciden que tienen que hacer una película para ella, que se convertirá en La Peor Película Jamás Hecha y marcará un punto de inflexión en la vida de cada uno. Y de repente, Greg debe abandonar la invisibilidad y convertirse en el centro de atención..

Sinopsis traducida por mí.

<<I do actually want to say one other thing before we get started with this horrifyingly inane book. You may have already figured out that it’s about a girl who had cancer. So there’s a chance you’re thinking, “Awesome! This is going to be a wise and insightful story about love and death and growing up. It is probably going to make me cry literally the entire time. I am so fired up right now.” If that is an accurate representation of your thoughts, you should probably try to smush this book into a garbage disposal and then run away. Because here’s the thing: I learned absolutely nothing from Rachel’s leukemia. In fact, I probably became stupider about life because of the whole thing.>>

No soy mucho de leer este tipo de historias en las que uno de los protagonistas tiene cáncer y demás, porque normalmente se sabe antes de empezar cómo va a acabar y no me motiva mucho leer sobre alguien que se está muriendo. Pero este libro parecía diferente y por eso mismo terminó captando mi atención. Además, ¡tiene partes narradas como si fuera el guión de una película! Y eso quieras o no mola. Mola mucho.

Me and Earl and the Dying Girl es uno de esos libros entretenidos y divertidos, pero que no aportan nada -o por lo menos conmigo ha sido así. Al enterarme que uno de los personajes principales tenía cáncer pensaba que el libro sería algo más profundo de lo que ha terminado siendo. Y quizá esta pequeña decepción haya sido culpa mía ya que Greg, el protagonista, ya nos avisa desde las primeras páginas -como muestra la cita que puse más arriba- que esta no va a ser la típica historia donde la chica moribunda nos dé lecciones de vida, nos haga pensar con sus reflexiones o donde los personajes se enamoren aún sabiendo que ella va a morir. Y pese a que al final termina siendo menos superficial de lo que el chico te va advirtiendo a lo largo de la novela, tampoco es que él llegue a conocer mucho a Rachel, sí pasa tiempo con ella pero él mismo, al final del libro, se da cuenta de que apenas se molestó en saber cosas sobre su vida, que todo el tiempo que pasaron juntos fue hablando de cosas superficiales o que incumbían al chico. De hecho, Rachel termina haciendo más por Greg que él por ella y no sé... no vi una relación muy igualitaria y eso es algo que no terminó de convencerme. Aunque, por otra parte, también es lo que hace al libro único y diferente al resto de novelas con la misma temática.

Horrenda, ¿verdad?
Pero lo siento, tenía que compartirla.

La novela está narrada en primera persona por Greg y lo hace de forma muy directa, dirigiéndose continuamente al lector y prácticamente interactuando con nosotros todo el tiempo. Esa es una cosa que me ha gustado mucho porque hace que te metas más en la historia, dándote la sensación de que Greg es una amigo tuyo que te está contando algún episodio de su vida. Lo único que me chirriaba es que decían muchísimas palabrotas, tooooodo el rato. En serio, a veces era un poco abrumante. Y aunque no es una libro que me haya resultado complicado de leer en inglés sí que vi que utilizaba muchos términos urbanos (?) -en el sentido de jerga adolescente y ese tipo de cosas. Greg es un protagonista bastante peculiar, me gustó que nos contara las cosas de forma sarcástica y divertida, pero a veces me saturaba ya que recalcaba muchísimo que él no es una buena persona, que el libro es una mierda y bla bla bla. Es algo rarito, al igual que su amigo Earl aunque este último me cayó mucho  mejor, la verdad. Y de Rachel poco puedo decir, porque al estar narrado todo desde la perspectiva de Greg y siendo que él tampoco es que se moleste mucho en conocerla...

Como ya dije al principio, no es una novela de esas que tienen un montón de frases preciosas y que nos hacen reflexionar, tampoco cuenta con una relación amorosa ni contiene un desenlace que nos vaya a hacer llorar a mares. No considero que sea un libro dramático ni nada por el estilo, a pesar de un par de escenas un poco más lacrimógenas al final, pero la mayoría del tiempo -si logras pillar el sentido del humor algo especialito que tiene Greg- es más divertido que otra cosa. Pese a que es cierto que no ha sido todo lo que esperaba, no puedo decir que no me haya encontrado con una historia realista ya que no todas las novelas de este tipo tienen que tener una enseñanza o relaciones bonitas entre los protagonistas para lograr funcionar y entretener al lector.

En definitiva, Me and Earl and the Dying Girl ha resultado ser una lectura algo rara y diferente a lo que me esperaba, pero creo que ahí reside su encanto. Una historia imperfecta, con personajes imperfectos que se juntan para crear un libro que, si bien para mí no pasará a la posteridad, al menos entretiene y divierte.