RESEÑA: Las estrellas se pueden contar [Giulia Carcasi]

¡Buenos días por la mañana! ¿Cómo va todo? Yo estoy super contenta porque mi reto de ir bajando la lista de pendientes va viento en popa y a toda vela. De hecho, la reseña que os traigo hoy es de uno de esos libros que estaban cogiendo polvo en la estantería de tanto esperar. ¿Quéreis saber si las estrellas se pueden contar o no? Seguir leyendo entonces.

Las estrellas se pueden contar
 de Giulia Carcasi


Planeta Internacional ~ 331 págs. 
Tapa blanda con solapas
9788408104889 ~ 5,95 €

 Alice. Carlo.

Dos miradas.

Dos maneras de vivir.

Un solo amor.

Alice va al último curso en el instituto. Sólo le quedan unos exámenes y podrá presentarse a la selectividad. Mientras, a su alrededor ocurren cosas nuevas, excitantes y desconocidas: el primero amor, la primera vez... Además en su casa las cosas no van muy bien, su padre viaja constantemente por motivos de trabajo, aunque Alice sospecha que hay algo más. El mundo de los adultos es un caos y el suyo también, y encima no parece haber nadie que le ayude a contar las estrellas.

Carlo es de los que se sienta siempre en la última fila, pero no por estar entre los más cool sino porque se siente diferente a todos los demás, tiene la impresión de que no encaja en ningún sitio... Es tímido, un poco desastre y se esconde tras un par de gafas que le hacen parecer distraído y empollón. Y siempre, siempre llega tarde... Esta harto de todo, así que tampoco se inventa excusas. Aunque las cosas irían mejor si alguien como Alice se enamorara de él. Pero eso es imposible... O al menos eso parece...

Ser adolescente nunca es fácil y si no que se lo digan a Alice y a Carlo. Sus ganas de encajar, de dejar de nadar a contracorriente, les depararán un viaje lleno de muchas turbulencias: problemas en casa, engaños, líos amorosos, exámenes de selectividad... 

Solo son dos jóvenes que buscan su lugar en el mundo, ¿por qué tienen que tropezar con tantas piedras para encontrarlo?

Porque vivir es cómo escalar una montaña: no tienes que mirar hacia atrás, si no, puede darte vértigo.
Tienes que seguir adelante, adelante, adelante... sin añorar lo que dejas atrás, porque, si se ha quedado atrás, significa que no quería acompañarte en tu viaje.
Pero ese trozo de roca que ya no puedes ver también te ha servido, te ha hecho comprender, te ha dado impulso.

Tenía ganas de leer esta novela pero si os soy sincera tampoco tenía grandes expectativas puestas en ella y, quizá por ese motivo, no me ha defraudado, aunque no he podido evitar quedarme un poco fría tras su lectura. A mi parecer el libro se puede resumir perfectamente en una frase: Es lo mismo de siempre pero adornado con unos fragmentos preciosos que nos roban el corazón. Por lo demás es entretenido, se lee rápido pero yo no he conseguido congeniar con los personajes y, pese a que su historia de amor es muy realista, la forma en la que está contada no ha terminado de convencerme.

Como os decía, la historia que nos planeta la novela es muy sencilla limitándose a contarnos los últimos meses de bachillerato antes de selectividad de dos jóvenes que se sienten un poco perdidos en el mundo. Esto lo hemos visto millones de veces; chica que nunca ha estado enamorada y cuando lo está es del chico equivocado, y chico que es un inadaptado e intenta encajar y ser parte del grupo de los populares. Nos venden una bonita historia de amor entre ellos y a mí me ha sabido a poco, se pasan más parte del libro viviendo sus vidas por separado que estando juntos. Y cuando por fin lo están... te lo cuentan muy por encima y por si fuera poco a los pocos capítulos el libro acaba.

Mi cabeza encaja a la perfeción en su hombro; ése es su sitio. Los cuerpos no están hechos para estar solos, el amor es un juego de encajes. Hay que encontrar la pieza adecuada, hay que tropezar y seguir buscando, como el mar, que abraza a su playa, porque sin ella, él no existiría.

La parte buena es que los personajes son muy humanos y las cosas que nos cuentan y les ocurren son las cotidianas de la edad que tienen. En ese sentido es muy realista, potenciado también porque la cultura italiana tampoco es tan diferente de la nuestra. La novela está dividida en dos partes, siendo la misma historia pero contada desde puntos de vista diferentes: primero Alice te narra su historia y luego es el turno de Carlo. Os aclaro que, dentro de lo que cabe, no me resultó muy repetitivo pero considero que si ambos hubieran narrado a la par estaría mucho mejor, porque hubo cosas que cuando me las contó Alice no entendí muy bien y me dejaron descolocada, hasta que después leí la versión de Carlo y todo se aclaró. Y que la autora dejara esas cosas confusas en la historia de Alice para luego tener qué contar cuando le tocara al chico narrar... pues no me gustó, vaya.

La narración es muy sencilla, abundan las frases cortas y su lectura es muy ágil por lo que se lee en nada. Además, como os dije antes, cuenta con muchos fragmentos de esos que nos enamoran, nos hacen pensar, nos sacan una sonrisa... ¡vamos que me he dejado la mitad de mis post-it en señalarlos! Aunque esto no quita que el libro me haya sabido a poco. Es realista sí, pero en este tipo de género he leído historias mejores.

En definitiva, Las estrellas se pueden contar es un libro que prometía una bonita y tierna historia de amor pero que a mi me ha dejado muy fría. Me ha parecido la misma historia de siempre, con los mismos personajes de siempre con la única diferencia de que a lo largo de su lectura nos encontramos con citas preciosas, de esas que querrás recordar siempre. Quizá por eso, y porque entretiene, se lleve el aprobado.