VIERNES DE PELÍCULA | Cómo entrenar a tu dragón 2

¡Buenos días a todos! Como podéis observar vuelvo a tener Internet en casa -¡por fin!- con lo que el blog volverá a su actividad normal y yo podré volver a pasarme por blogs y a actualizar las redes sociales. ¡No os podéis imaginar lo que lo echaba de menos! Así que para celebrar mi vuelta qué mejor que recomendaros una película que vi el otro día y me maravilló por completo.

Director: Dean Deblois

Título original: How to train your dragon 2

Guión: Dean Deblois (Libros: Cressida Cowell)

Duración: 102 min.

Año: 2014

País: Estados Unidos

Género: Animación. Fantástico. Aventuras. 

Productora: DreamWorks Animation.

Han pasado cinco años desde que Hipo empezó a entrenar a Desdentao, su dragón, rompiendo la tradición vikinga de cazarlos. Astrid y el resto de la pandilla han conseguido difundir en la isla un nuevo deporte: las carreras de dragones. Mientras realizan una carrera, atraviesan los cielos llegando a territorios inhóspitos, donde nadie antes ha estado. Durante un viaje descubren una cueva cubierta de hielo que resulta ser el refugio de cientos de dragones salvajes, a los que cuida un misterioso guardián. Hipo y los suyos se unen al guardián para proteger a los dragones de las fuerzas malignas que quieren acabar con ellos.

Llevaba casi un año esperando el estreno de esta película ya que la primera parte me maravilló cuando la vi por primera vez allá por enero del año pasado. Me encantó lo divertida que era, ese mundo colorido y lleno de dragones y las bonitas enseñanzas que quería transmitir. Y bueno, para qué mentir, me conquistó por completo con ese Furia nocturna tan monoso que aparece. Por todo ello, tenía muchas expectativas con esta segunda parte y me alegra poder decir que las ha cumplido con creces.

Cómo entrenar a tu dragón 2 comienza cinco años después del final de la primera, con Hipo en la veintena y los dragones completamente integrados en la sociedad vikinga. ¿Qué es lo que romperá la paz? Un misterioso hombre que quiere hacerse con el control de todos los dragones y para ello contrata a grupos de ladrones para que secuestren a los pobres animales. Y ahí es donde entrará en juego Hipo y sus amigos, los cuales vivirán una peligrosa aventura con el fin de rescatarlos y devolverles su libertad. Esta segunda parte, pese a ser una película para niños, la he visto algo más adulta tanto por la edad de los personajes como por las cosas por las que tendrán que pasar a lo largo de la cinta. Aún así no ha perdido ni un ápice de su esencia, sigue teniendo unos puntos graciosos muy buenos, una historia preciosa de amistad y, además, seguiremos muriendo de amor con la monosidad y variedad de dragones que nos presentarán en esta ocasión. Normalmente me suelen encantar las películas de animación por todas esas pegadizas canciones que contienen y la mayoría de las veces cuando una cinta no cuenta con momentos musicales lo suelo echar en falta pero aquí no ha sido así. Puede que no tenga números musicales pero la historia tampoco es que lo necesite, de hecho, incluso hasta quedaría raro. Disney puede triunfar con todas esas historias de princesas con preciosas historias de amor -tanto fraternal como romántico- pero creo que DreamWorks tampoco tiene nada que envidiarle y lo demuestra de sobra con franquicias como esta. No sé si habrá una tercera parte -¡esperemos que sí!- pero yo muero por ver qué nuevas aventuras le deparan a Hipo y a su fiel Desdentao. Así que como veis, por mi parte, tanto esta como su primera parte están más que recomendadísimas, de hecho, si os gustan las películas de animación me parece un pecado que aún no hayáis visto estas. 

Resumiendo podríamos decir que en este caso el tópico de "las segundas partes nunca fueron buenas" no se cumple, porque Cómo entrenar a tu dragón 2 consigue ya no solo mantener el nivel de la primera sino, en ocasiones, incluso superarla. Una divertida aventura llena de acción y peligros, con una amistad inquebrantable entre un humano y un dragón y una historia que conseguirá emocionarte y enamorarte a partes iguales, tengas la edad que tengas.