RESEÑA: Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea [Annabel Pitcher]

¡Hola, holita! ¿Como se presenta el sábado? El mio va a ser bastante casero que con el tiempo que hace no me apetece mucho salir, además hoy me he levantado con un dolor de garganta... Así que para los que como yo piensan pasarse el día enfrascados en un buen libro, os traigo la reseña de uno que me ha encantado y ha entrado de sopetón en mi lista de mejores lecturas del 2011. A ver que os parece...

Título: Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea
Autor: Annabel Pitcher
Editorial: Siruela
Páginas: 230
Formato: tapa blanda con solapas 
ISBN: 9788498415445
PVP: 16, 95 €

Han pasado cinco años desde que Rose murió en un atentado terrorista islámico en el centro de Londres. Su hermano Jamie, de diez años, no ha podido llorar todavía, aunque sabe que debería hacerlo porque toda su familia lo hizo. Las cosas no van nada bien desde entonces: su padre bebe cada vez más, su madre los ha abandonado, Jasmine, la gemela de Rose, ha dejado de comer y Jamie tiene muchas preguntas que nadie le responde. Pero un día un anuncio de televisión le hace soñar con que todo vuelva a ser como antes...

MI OPINIÓN

Jamie está a punto de cumplir diez años, los mismos que tenía su hermana Rose cuando murió hace cinco en un atentado islamista en Londres. Desde el incidente su familia no ha vuelto a ser la misma, sus padres se ven incapaces de seguir adelante y dejar atrás el pasado para concentrarse en los dos hijos que les quedan. Su madre se marchó de casa y desde entonces no han vuelto a saber de ella, y su padre se pasa el día bebiendo y abrazando la urna que contiene las cenizas de su hermana. Así que Jamie solo cuenta con su hermana Jasmine para que cuide de él, pero la pobre chica tiene que lidiar también con los problemas que conlleva ser una adolescente, por lo que Jamie muchas veces se siente solo. Aunque todo cambiará cuando se muden de casa y el niño comience a ir al nuevo colegio y se haga amigo de Sunya, una tierna niña musulmana que se convertirá en su mejor amiga; aunque Jamie tendrá que mantener en secreto su relación ya que su padre tiene un odio aférrimo a los musulmanes desde la muerte de Rose.

"Qué distinto es aquí. Hay montañas enormes, tan altas como para pinchar a Dios en el pandero, y cientos de árboles, y silencio. No hay gente dije cuando encontramos la casa al final de un camino serpenteante, y yo iba mirando por la ventanilla en busca de alguien con quien jugar. No hay musulmanes, me corrigió papá, sonriendo por primera vez aquel día."

Ainss... ¿que decir de este libro? ¡Me ha encantado! He reído con las ocurrencias de Jamie y su forma de ver el mundo, pero también he llorado por la impotencia de ver por todo lo que tiene que pasar el protagonista con lo pequeño que es. Para mi es un libro perfecto al cual no le cambiaría ni una coma, una historia que no dejará indiferente a nadie.

Como ya habréis podido imaginar, Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, es un libro muy duro que nos relata una situación familiar bastante difícil, pero que al estar narrado desde la perspectiva del pequeño de la familia el relato se nos vuelve muy tierno y pese a la crudeza de lo que relata no estarás con la lagrimilla colgando todo el rato. En mi opinión ha sido un total acierto por parte de la autora el que la historia esté contada en primera persona por un niño de diez años, a mí los libros duros me gustan muchísimo pero es verdad que hay algunos en los que tienes que hacer una pausa y parar de leer porque no puedes con tanto drama junto. Pero con este libro esto no pasa, quizá porque al estar contado desde la perspectiva de un niño él no entiende muy bien las cosas y no les da la importancia que deberían sino que dulcifica y enternece la narración contándonos las cosas desde sus infantiles vivencias. Muchas veces te reirás con lo que te cuente y otras veces sufrirás al ver cómo al ser un niño su inocencia no le deja ver muchas veces cómo es la realidad que le rodea en verdad.

Es imposible no cogerle cariño a Jamie, es un niño muy tierno que pese a todo lo que ha tenido que pasar aún mantiene la esperanza de que las cosas cambien y su familia vuelva a unirse. Él casi no conoció a Rose por lo que no siente su muerte como los demás miembros de la familia y eso le hace sentirse culpable, además la actitud de su padre con respecto a su hermana muerta no ayuda para nada, y hay momentos en los que el niño se sentirá confundido y no sabrá si su hermana Rose sigue contando como miembro de la familia o no, ya que su padre trata a la urna con sus cenizas practicamente como un miembro más de la familia. Los padres de Jamie, me han sacado de mis casillas durante todo el libro, me ha parecido impresionante la forma en que se comportan una vez que muere Rose. Entiendo que han perdido una hija, pero tienen otros dos niños a su cargo y pasan olímpicamente de ellos, me han parecido egoístas hasta decir basta al preocuparse solo de ellos mismos. Menos mal que Jamie contaba con el amor y el apoyo de Jas, su hermana mayor, una chica que ha tenido que crecer a pasos agigantados y que con quince años es practicamente el cabeza de familia. He admirado su fortaleza y el como está allí para Jamie pese a que ella tampoco está pasando por el mejor momento, la relación que mantiene con su hermano es muy especial y una de las cosas más bonitas del libro.

"Pensé en lo agradable que sería coger el teléfono como un adulto y encargar una vida diferente como si fuera una pizza o algo así. Pediría un padre que no bebiera y una madre que no se hubiera largado, pero a Jas no la cambiaría en lo más mínimo."

Y llegamos a Sunya, la cual nos encandila en cuanto hace acto de presencia. Es una niña que al igual que Jamie no tiene ningún amigo en el colegio, nadie quiere jugar con ella porque lleva un hiyab y sus costumbres no son como las de los otros niños. Por eso cuando aparece en su clase un extraño niño pelirrojo llamado Jamie que no se quita su camiseta de Spiderman ni para dormir, decide intentar acercarse a él. Veremos que su relación en un principio no es muy buena, ya que el niño teme ser su amigo por las repercusiones que esto le puede traer con su padre, pero poco a poco van descubriendo que independientemente del color de piel, de la religión o de la raza, ambos se parecen más de lo que a simple vista pueda parecer. Y es que no se lo digáis a nadie pero ambos son... ¡superhéroes!

"Volvemos a vernos las caras, Spiderman me dijo. Y yo le respondí A cuánta gente has salvado hoy, Chica M. Hizo como si contara con los dedos. A novecientos treinta y siete dijo encogiéndose de hombros. Hoy he tenido un día tranquilo. Se nos escaparon unas risitas. Y tú a cuántos, Spiderman. Yo me rasqué la cabeza. A ochocientos treinta dije. Pero es que he empezado tarde y he acabado antes de mi hora. Estallamos en risas. Nos hacemos esa misma broma todos los días y nunca llegamos a aburrirnos."

Lo único que al principio me chirriaba un poco es que no hay diálogos propiamente dichos, como veis en la cita anterior las conversaciones están integradas en el texto, diferenciándolas de la narración poniéndolas en cursiva. Al principio se me hizo un poco raro, pero una vez te acostumbras la verdad que ni lo notas.

De verdad, que os recomiendo que le deis una oportunidad a este libro aunque las historias lacrimógenas no vayan mucho con vosotros. La historia de Jamie puede ser muy triste pero está envuelta en un halo de esperanza y optimismo que me ha encantado. Es indescriptible esa sensación que experimentas a la vez de ternura y tristeza o esa perenne sonrisa que tendrás en la cara mientras lees el libro por la forma de contarte las cosas que tiene Jamie, he intentado explicaros todo esto en la reseña pero creo que no lo comprenderéis del todo hasta que lo leáis y sintáis por vosotros mismos todas las emociones que transmite la novela.

En definitiva, Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, es una historia dura a la par que tierna, donde somos participes de cómo un niño de diez años se ve obligado por las circunstancias familiares que le rodean, a madurar más deprisa de lo que debería. Vemos como Jamie en un principio se niega a dejar de ver el mundo desde sus ojos infantiles pero que por más que lo retrase al final tiene que madurar y afrontar la realidad.

Gracias a la editorial Siruela por el envío del ejemplar

MI PUNTUACIÓN

MÁS COSITAS